cuando el camino que recorres parece cuesta arriba,
cuando escasean los fondos y se suman las deudas,
y aunque quieras sonreír, solo puedes suspirar,
cuando acechan cuitas y penurias,
descansa si debes, pero nunca cejes.
Rara es la vida, con sus vueltas y revueltas,
y todos con el tiempo lo aprendemos;
más de un fracaso puede ser un triunfo
si uno persiste en vez de claudicar.
Persiste en tu tarea, aunque el andar sea lento,
tal vez triunfes con otro golpe más.
El éxito es fracaso puesto al revés,
la faz brillante de las nubes de la duda,
y nunca has de saber a que distancias estás:
puede ser cerca cuando parece lejos;
sigue en la lucha cuando sea más te golpeen.
Y aunque todo parezca negro, nunca cejes.
Tomado de El Libro de las Virtudes de William J. Bennett
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