Una fábula sobre la honestidad

Seguramente es la fábula más conocida de Esopo y muestra perfectamente el valor de la honestidad.

El pastorcito mentiroso

Erase una vez un pastorcito que cuidaba su rebaño a cierta distancia de la aldea. Una vez pensó en gastar una broma para divertirse a costa de los aldeanos. Corrió a la aldea gritando a todo pulmón:
- ¡Lobo! ¡Lobo! ¡Socorro! ¡Un lobo ataca a mis corderos!

Los bondadosos aldeanos dejaron sus tareas y corrieron al campo a ayudarle. Pero cuando llegaron allá el niño se rió de sus molestias; no había ningún lobo.

Otro día el niño les gastó la misma broma, y los aldeanos acudieron corriendo y nuevamente fueron objeto de burla.

Hasta que un día un lobo entró en el corral y empezó a matar a los corderos.
Muy asustado, el niño corrió en busca de ayuda.

- ¡Lobo! ¡Lobo! - gritó - ¡Un lobo ataca mi rebaño! ¡Socorro!

Los aldeanos oyeron, pero pensaron que era otra jugarreta y nadie le prestó la menor atención. Y el pastorcito perdió todas sus ovejas.

Eso les sucede a los que mienten: nadie les cree, ni siquiera cuando dicen la verdad.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

hp

Anónimo dijo...

BONITA FÁBULA DA UNA BUENA MORALEJA...