La mentira

Un rey visita una prisión y ordena que le presenten uno a uno a los presos, a los que él mismo interroga.

A cada preso le pregunta: "¿Cuál es tu crimen? ¿Por qué estás en la cárcel?"

Todos responden: "¡Pero si no hice nada! ¡No he cometido ningún crimen! ¡Soy inocente! ¡Estoy aquí por error! ¡Soy víctima de una terrible injusticia!

El rey no cree una palabra de lo que escucha. Adivina fácilmente la falta de sinceridad de todas las protestas. Sin embargo, uno de los presos dice: "Gran rey, he cometido un delito, es cierto, y merezco estar aquí. Hice daño a mis semejantes. Me cuesta dormir por las noches y los remordimientos me torturan".

El rey de inmediato llama a los guardias y les dice: "¡Liberen enseguida a este criminal! ¡Corre el riesgo de corromper a todos los desdichados inocentes que hay aquí!"

Moraleja: Para ser justos con uno mismo y con los otros, debemos ser honrados con nosotros mismos y con los demás, evitando las medias verdades y las falsedades.