Para el hombre, la inmensa maravilla consiste en estar vivo. Para el hombre, igual que para las flores, las bestias y los pájaros, el triunfo supremo consiste en estar más vívido y perfectamente vivo.
Conozcan lo que conozcan los nonatos y los muertos, no pueden conocer la belleza, la maravilla de estar vivos en la carne.
Los muertos pueden cuidarse del después, pero el magnífico aquí y ahora de la vida en la carne es nuestro, solo nuestro y durante un tiempo.
Deberíamos bailar con arrobamiento por estar vivos y en la carne, y por formar parte del cosmos viviente y encarnado. Formo parte del sol igual que mis ojos forman parte de mí. Mis pies saben perfectamente que formo parte de la Tierra, y mi sangre forma parte del mar. Mi alma sabe que formo parte de la raza humana, mi alma es una parte orgánica de la gran alma humana, igual que mi espíritu es una parte de mi nación.
En mi mismo ser, soy una parte de mi familia. Nada hay en mí que esté solo o sea absoluto salvo mi mente, y descubriremos que la mente no existe por sí misma, sino que es tan sólo el brillo del sol en la superficie de las aguas.
D.H. Lawrence, Apocalipsis
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