Las personas que experimentan en su vida emociones negativas, tales como sentimientos de ansiedad, hostilidad y depresión, tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades físicas. Por el contrario, las personas que manifiestan emociones positivas, de felicidad, vitalidad y serenidad tienen un riesgo menor.
Un estilo de vida positivo promueve comportamientos que mejoran la salud, desarrolla estrategias para lidiar con el estrés y promueve la regulación de los sistemas biológicos emotivo-sensitivos. Con el tiempo se ha comprobado que experimentar emociones positivas está asociado con una mayor resistencia a desarrollar gripe común y gripe, debido al virus de la influenza.
Nota completa
No hay comentarios:
Publicar un comentario