Todo se puede superar

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Es altamente probable que en la vida debamos soportar algunas tragedias o pruebas: pérdida de un ser querido, un accidente a personas cercanas o a nosotros mismos, robos, incendios, etc. Cuando suceden estos problemas, podemos sentirnos agobiados e, incluso, que no vale la pena seguir viviendo.

Sin embargo no hay herida que no sea recuperable. Por muy terribles que sean algunas experiencias, todo es posible de superar y son prueba de ello millones de personas que lo han logrado. Sabemos de algunos famosos héroes, pero no sabemos de miles de anónimos seres humanos que consiguieron, pese a todo, salir adelante y volver a ser felices.

El peso del rencor y el poder del perdón

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El tema del día era -El Resentimiento- y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico.

Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa.

Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mí.

Las semillas más preciadas

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Un empresario agricultor, de poco estudio, participaba todos los años de la principal feria de agricultura de su ciudad. Lo más extraordinario es que él siempre ganaba, año tras año, el trofeo: Maíz del Año.

Entraba con su maíz en la feria y salía con la faja azul recubriendo su pecho. Su maíz era cada vez mejor. En una ocasión de esas, un reportero de TV abordó al agricultor después de la tradicional colocación de la faja de campeón!. Él quedó muy intrigado con la revelación del agricultor, de como  acostumbraba cultivar su calificado y valioso producto. El reportero descubrió que el agricultor compartía buena parte de las mejores semillas de su plantación de maíz con sus vecinos.

La responsabilidad y el riesgo

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La raíz latina de la palabra “responsabilidad” desvela su significado: capacidad de responder, de reaccionar.

Un guerrero responsable fue capaz de observar y de practicar. Fue, incluso, capaz de ser “irresponsable”: alguna vez se dejó llevar por los acontecimientos, sin reaccionar.

Pero aprendió las lecciones. Adoptó una actitud, escuchó un consejo, tuvo la humildad de aceptar ayuda.

Un guerrero responsable no es el que se pone sobre los hombros el peso del mundo; es aquel que consigue enfrentar los desafíos de cada día.

Por supuesto, a veces le entra miedo cuando tiene que tomar una decisión importante.

Prácticas de meditación con Brian Weiss

La meditación es una técnica que puede emplearse para experimentar la paz interior y que nos permite replantearnos nuestra visión sobre lo que nos rodea, incluso sobre nosotros mismos.

Practicarla nos ayuda a confiar en nuestra capacidad para utilizar nuestras energías para purificar el cuerpo y la mente, y nos ayuda a descubrir y desarrollar nuestra espiritualidad.

En la práctica de la meditación, el doctor Brian Weiss incluye las técnicas que utiliza con sus pacientes para ayudarles a vencer el insomnio, la ansiedad, las fobias, problemas de peso y enfermedades. La meditación también puede reducir la tensión arterial, reforzar el sistema inmunológico y reducir el estrés.

Esta meditación constituye el primer paso para conseguir que el viaje de la vida sea más relajado y lleno de paz.

Parte 1




Parte 2




Final



Fuente

La fábula de los ciegos

La-fabula-de-los-ciegosDurante los primeros años del hospital de ciegos, como se sabe, todos los internos detentaban los mismos derechos y sus pequeñas cuestiones se resolvían por mayoría simple, sacándolas a votación. Con el sentido del tacto sabían distinguir las monedas de cobre y las de plata, y nunca se dio el caso de que ninguno de ellos confundiese el vino de Mosela con el de Borgoña. Tenían el olfato mucho más sensible que el de sus vecinos videntes. Acerca de los cuatro sentidos consiguieron establecer brillantes razonamientos, es decir que sabían de ellos cuanto hay que saber, y de esta manera vivían tranquilos y felices en la medida en que tal cosa sea posible.

Por desgracia sucedió entonces que uno de sus maestros manifestó la pretensión de saber algo concreto acerca del sentido de la vista. Pronunció discursos, agitó cuanto pudo, ganó seguidores y por último consiguió hacerse nombrar principal del gremio de los ciegos. Sentaba cátedra sobre el mundo de los colores, y desde entonces todo empezó a salir mal.

Este primer dictador de los ciegos empezó por crear un círculo restringido de consejeros, mediante lo cual se adueñó de todas las limosnas. A partir de entonces nadie pudo oponérsele, y sentenció que la indumentaria de todos los ciegos era blanca. Ellos lo creyeron y hablaban mucho de sus hermosas ropas blancas, aunque ninguno de ellos las llevaba de tal color. De modo que el mundo se burlaba de ellos, por lo que se quejaron al dictador. Éste los recibió de muy mal talante, los trató de innovadores, de libertinos y de rebeldes que adoptaban las necias opiniones de las gentes que tenían vista. Eran rebeldes porque, caso inaudito, se atrevían a dudar de la infalibilidad de su jefe. Esta cuestión suscitó la aparición de dos partidos.

Para sosegar los ánimos, el sumo príncipe de los ciegos lanzó un nuevo edicto, que declaraba que la vestimenta de los ciegos era roja. Pero esto tampoco resultó cierto; ningún ciego llevaba prendas de color rojo. Las mofas arreciaron y la comunidad de los ciegos estaba cada vez más quejosa. El jefe montó en cólera, y los demás también. La batalla duró largo tiempo y no hubo paz hasta que los ciegos tomaron la decisión de suspender provisionalmente todo juicio acerca de los colores.

Un sordo que leyó este cuento admitió que el error de los ciegos había consistido en atreverse a opinar sobre colores. Por su parte, sin embargo, siguió firmemente convencido de que los sordos eran las únicas personas autorizadas a opinar en materia de música.

Hermann Hesse

El niño y la montaña

El-niño-y-la-montañaÉrase una vez un pequeño que tenía ganas de llegar a la cima de una montaña. Y comenzó el camino ¡y paass! que se resbala. Se pone a llorar y gritarle a la vereda. Avanza unos metros ¡y paass! se raspa los brazos. Se detiene, se pone a llorar y se enoja contra los arbustos. Sigue avanzando ¡y zaas! comienza a llover "maldita lluvia". Se detiene, se enoja y se queda detenido por unos minutos.

Y entonces un ángel baja y le dice "¿por qué enojarte contra la naturaleza? Así la creó Dios. Si quieres llegar a la montaña ¿qué te conviene hacer?".

A lo que el pequeño respondió: "me siento muy enojado porque los arbustos me dañan y la vereda hace que me tropiece, pero si sigo parado y llorando ¡seguiré aquí! y yo lo que quiero, es llegar a la cima y contemplar las estrellas desde ahí".

El ángel replicó: "La vereda te hará caerte, los arbustos seguirán hiriéndote y la lluvia mojándote, que harás de diferente, entonces?"

"Soportar y seguir avanzando" respondió el niño. "Cada vez que la lluvia me moje, aunque no me guste, pensaré que quiero llegar a la cima, cada vez que el arbusto me hiera, aunque me duela, pensaré en la visión desde la cima que me espera cuando llegue ¡que tonto he sido! cada minuto que me paro y me pongo a llorar, es un minuto que desperdicio en avanzar. No volverá a suceder."

Las dificultades en el camino del pequeño siguieron siendo las mismas. No era agradable, pero la diferencia, es que mantenía la visión de la cima y eso le daba fuerzas para seguir.

¿Llegó? No lo sabemos. Pero entender que la naturaleza era así y seguir avanzando a pesar de todo, hizo un mundo de diferencia en su vida.

Visto en tubreveespacio.com

Dios mio... Solo tengo 17 Años!!!!

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte en el grupo de 10 a 24 años. Cada año mueren unos 400 000 jóvenes menores de 25 años en las carreteras de todo el mundo: un promedio de 1049 al día. La mayoría de esas muertes se producen en países de ingresos bajos y medianos, y entre los usuarios más vulnerables de la red vial: los peatones, los ciclistas, los motociclistas y los usuarios del transporte público.

Conduce con responsabilidad y respetando tu vida.




La leyenda del espantapájaros

Una historia para hacernos reflexionar sobre la amistad y la bondad.